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Los otros mensajes del Banco Central en inflación y mercado laboral

Por: Sebastian Valdenegro | Publicado: Jueves 4 de abril de 2024 a las 04:00 hrs.
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Foto: Agencia Uno
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La inflación presente y lo que podría ocurrir a futuro con su evolución concentró parte de los análisis más particulares a los que le dedicó espacio el Banco Central en el Informe de Política Monetaria (IPoM) de marzo, que además es el primero del año.

Una revisión que permitió constatar que en lo más reciente ha habido un cierto rebote a nivel de los precios en el mundo, los cuales saltaron luego de la pandemia.

Otro foco fue el mercado laboral, donde profundizó en la situación que enfrenta un segmento específico de la población, como son aquellas personas que tienen sobre 55 años. Muchas de ellas abandonaron su empleo en el contexto de la crisis sanitaria que afectó al país y el mundo y, no es claro si volverán.

Alza en ítem de los arriendos supera patrones usuales de traspaso de la inflación

Un foco especial puso el Banco Central en algunos factores que han determinado la evolución reciente de la inflación subyacente, como la publicación de una nueva canasta del Índice de Precios al Consumidor (IPC) por parte del Instituto Nacional de Estadísticas (INE); y factores que la han presionado en los últimos meses, incluida una caída mayor a nivel de bienes que de servicios.
Estos últimos ubicándose en niveles acumulados “elevados desde una perspectiva histórica”, señala el análisis.
“Los meses recientes se han caracterizado por un aumento en las velocidades de la inflación y las distintas medidas subyacentes. En ello han incidido registros en bienes más elevados que los de mediados de 2023, pero que aún sugieren un moderado grado de traspaso de la depreciación cambiaria”, es una de las conclusiones.
Eso sí, el banco puso énfasis que en el último mes se observó una aceleración “importante” en los precios de los servicios, aunque concentrada en un número acotado de productos, entre los que destaca el precio del arriendo.
“Este último marcó una elevada variación mensual en febrero, más allá de los patrones usuales de indexación a la inflación pasada, la que será importante monitorear para comprender mejor sus causas y determinar su persistencia”, relevó el ente autónomo.
De cara a los próximos meses, la autoridad monetaria prevé que las presiones de costos continuarán traspasándose a la inflación.
“En los servicios sin volátiles se anticipa una gradual convergencia -incluso más lenta que en la proyección anterior- en la medida que los precios y los costos laborales se indexen a inflaciones más baja”, agregó.


La advertencia por persistencia de factores que han provocado rebote de precios en el mundo

Tras una caída persistente desde la segunda mitad de 2022 tanto en economías avanzadas como emergentes, el Central advirtió que en los últimos meses se ha observado alguna reversión de los factores que contribuyeron a la desaceleración de precios transables, lo que “impone algunos elementos de riesgo”.
Estos incluyen los costos del transporte, precios de la energía y la contribución de precios de las manufacturas de China a la desinflación global, enumera.
“El rápido descenso de la inflación global se ha concentrado en los bienes. En ello han contribuido algunos factores de oferta, cuya incidencia se está diluyendo (costos de transporte, cadenas de valor y presiones desde China), a lo que se agregan el alza reciente en los costos de transporte y las perspectivas para los precios de los combustibles”, concluye.
“Naturalmente, con la normalización de los costos de transporte, las presiones deflacionarias tenderán a desparecer hacia fines de 2024. Se agrega a esto que los conflictos en Medio Oriente y el Mar Rojo están generando nuevas presiones al alza en los costos de transporte. De mantenerse en su nivel actual por seis meses, generarían presiones inflacionarias adicionales en 2025, del orden de 0,4 pp.”, calcula la entidad.
En cuanto a la energía, el IPoM releva que la caída registrada desde su peak en 2022 tras la invasión rusa a Ucrania también fue un factor importante para la desinflación global. “No obstante, hacia adelante, las perspectivas de la oferta son menos auspiciosas”.
Sobre China, añade que hacia adelante, si la debilidad del consumo no se profundiza y/o la velocidad de expansión de la producción industrial se modera, los efectos deflacionarios podrían disminuir.

Las dudas sobre lo que ocurrirá con la participación laboral de los mayores de 55 años

Un zoom a la caída en la participación en el mercado laboral de los trabajadores de mayor edad hizo el Banco Central como parte del IPoM, dado que la reversión de esa baja no ha sido completa debido a un débil reingreso a la fuerza laboral de trabajadores mayores de 55 años.
La participación laboral de los trabajadores sobre 55 años y hasta 64 años en Chile tuvo uno de los retrocesos más pronunciados a nivel global entre el segundo trimestre de 2019 y mismo lapso del 2020, alcanzando casi 14 puntos porcentuales.
Ahora, entre el segundo trimestre de 2019 y el mismo período de 2023, la mayoría de los países de la OCDE y del mundo muestran una recuperación, pero en Chile aún se ubica en torno a cinco puntos porcentuales por debajo. Así, la brecha total entre ambos lapsos es cercana a 11 puntos porcentuales.
“A mayor edad y mayor tiempo transcurrido desde el último empleo, menor es la probabilidad de reingreso en el empleo”, señala el análisis del banco.
Para Chile, en el caso del empleo formal, indica que hay un 45% de probabilidad de que un trabajador de 25-39 años no retorne a ese tipo de empleo si lleva tres años fuera del mercado laboral. Esta cifra sube a cerca de 55% si tiene 60 años o más.
“El mayor motivo reportado para la disminución de la participación laboral es la jubilación, lo cual podría indicar que el estado de inactividad es permanente”, es la hipótesis que se plantea en el IPoM.
Dado esto, el instituto emisor cree que es razonable concluir que esta caída en las tasas de participación “será prolongada”, al menos para el grupo que ya tenía 55 años o más al comienzo de la pandemia.
“Esto implica un efecto persistente sobre la tasa de participación agregada de la economía mientras esta cohorte esté incluida en la población sobre la que se calcula dicha tasa”, concluye.

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